y el brillo presuroso de la lluvia.
Es tu carta de frases alocadas
de letras escondidas
de letras escondidas
de acentos perseguidos.
Es tu rostro
tu mirada entre reflejos de hojarasca
de sonrisa entrecortada
y es tu lágrima:
descendiendo frágilmente
golpeando tus mejillas.
golpeando tus mejillas.
Y de pronto
el viento,
el viento,
entretejiendo tus cabellos
dándole brillo a tu sonrisa
dándole brillo a tu sonrisa
acariciando tu piel hasta el orgasmo.
Es también la ventana
y el haz de luz nocturna
que toca cálidamente
que toca cálidamente
tu vientre desnudo
oculto entre las sábanas.
oculto entre las sábanas.
Son las canciones efímeras
que se filtran
entre sonidos
de árboles balanceándose
de árboles balanceándose
de aullidos de canes :
hambrientos también
de amor.
de amor.
Es tu frágil cintura
cubierta por mis brazos
cubierta por mis brazos
que asemejando tenazas
te aprietan y te muerden.
Y es el temblor
de nuestros cuerpos
de nuestros cuerpos
que se afirman
que se mueven
que se sacuden
en espasmos de lujuria
en espasmos de lujuria
balbuceando ambos
expresiones y gemidos
de placer hasta el hartazgo.
de placer hasta el hartazgo.
Son nuestros cuerpos.
Son las cortinas
esos árboles que filtran su arrebato
lo que me despierta
y
de pronto
miro que entre las sombras
yace tu retrato húmedo
en el placer distante.
en el placer distante.
Y también,
me mira el gato
perseguido por mis sueños
perseguido por mis sueños
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