Te recuerdo
en el silencio
incrustado en la penumbra,
en las flores alocando el horizonte,
entre voces, llanuras y canciones.
Es el recuerdo
origen de utopías,
de historias inventadas en la hoguera
y de buitres desgarrando la mañana.
Te recuerdo,
celebrando la vida en plena muerte,
amando a llantos
la herrumbre de las puertas,
cosechando aplausos
entre hambres disfrazados.
A veces amigo,
la vida nos juega a mausoleos,
a criptas que encierran nuestras sombras
en penas y barrotes que nos llaman.
Y aquí estamos
como siempre:
descifrando el sueño del arriero,
caminando en bosques de guitarras
huyendo de las fauces asesinas.
Y siempre alegres
construyendo
alamedas y caminos
para transitar contigo en el recuerdo.
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