domingo, 23 de enero de 2011

Añoranza




Escucha
como se agolpa
mi llanto en tu mirada,
diferenciando caminos,
migajas de pan, poemas rotos.

Mira
los eslabones
de esta piedra milenaria,
los adobes que encierran
mi osamenta.

Descubre mis ofrendas,
las orejeras incrustadas
en el peso de los años.
Admira mis ofrendas:
mi báculo de mando,
mi cráneo ennegrecido,
las cuencas de mis ojos.

Yo soy el guerrero
sepulto en las arenas,
el amado huerequeque,
el soldado del desierto,
el perseguido 
domador de estos valles.

Y luego de admirarme,
me amarás en los algarrobales,
en cántaros de chicha,
en mi burro rocinante,
en los médanos de mi estancia,
dormirás presurosa
enterrada entre mis huesos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario