He mirado en tu recuerdo
el follaje etéreo
la música guardada en soplidos de viento
en cartas silenciadas
entre cortinas de tiempo.
Y nos hemos encontrado
desnudos en la arena
multiplicando besos
en los totorales del misterio.
Allí nuestro tiempo
conspiró en los espacios
para darle forma
a nuestros huesos trajinados.
Hoy, te recuerdo
celebrando orgasmos
entre juncos y arrozales
ataviados de azucenas
entre balas y canciones.
Eramos los enamorados
subversivos
adoradores del tiempo
caminantes penitentes
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