¿Quién depreda el silencio
para ocultar el sueño de los justos,
celebrando tormentas
en el dolor de los espantos?
¿Quién delira crucificando el beso,
desterrando el amor de la conciencia,
torturando el sueño alocado de los tiempos?
La pregunta es un vaso eterno
en la fisura de los dientes,
colmado de aromas
en la angustia,
adornado del dolor de las simientes.
Son los sueños
que circundan la raíz de los sentidos;
y se prolongan
en pergaminos de piel,
en hornacinas sitiadas por el llanto.
No más atardeceres en el socavón,
en el recuerdo delirante de las musas,
en el jazmín atravesado
de vitrales.
Estamos en la dimensión
equivocada,
en la función recóndita,
en la equivalencia darwiniana de la especie.
¿Quién entiende el dolor crucificado,
la miseria coronada de racimos,
la fe subastada entre los odios,
la razón depositada en los armarios?
MARTINE JOHANNA
Amsterdam-Holanda
La nómada de los sueños
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