domingo, 6 de enero de 2013

El límite inverso de los sueños




Tiene el recuerdo 
un espacio de tiempo 
abrazado 
al racimo oculto de los sueños, 
tiene actitud de presagio, 
de límite inverso 
entre el pasado y el futuro.

Una constelación de vida 
oculta en el desván de las miradas, 
de aquellas que guardamos 
en las partidas inesperadas 
de los días marcados 
en nuestra rutinaria existencia.

Los recuerdos
golpean de tristeza y de alegría
los días aciagos,
las voces dulces de los niños;
el ladrido inmenso de los canes rutilantes.

Los recuerdos bostezan
marcando nuestra mente,
incinerando las páginas guardadas,
los lienzos ocultos
en la razón de los paisajes;
sí, de aquellos
que han marcado de vida
nuestra efímera existencia.




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