El tiempo afincado
entre mis sueños,
deletreando
las líneas sucesivas del silencio,
comprimiendo
almanaques en recuerdos sucedáneos;
abrigando flores entre odios desbordados.
Y en las grutas del misterio:
sublevando los caminos,
incinerando aromas
en las rutas del olvido.
Tiempo,
soledad, distancia;
marcan la luz de mis recuerdos,
espacios de vida
que marcaron mi existencia;
y que hoy
son vociferantes rasgos
de una vida descifrada.
No puedo aparejar mis huellas
en el rastro sepulcral de las miradas,
solo permíteme abrazar los vahos
de los cuerpos sepultados en el llanto.
No somos celebración de cartas
musitadas al dolor de los amantes,
tierna soledad de un canto
en pasiones que desbordan primaveras.
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