jueves, 6 de diciembre de 2012

Sonrisa fúnebre






Nos silencia el dolor 
atormentando las miradas, 
es un sueño que nos vierte 
en líquidos sanguíneos.

En las referencias de la muerte, 
está escrita en la oquedad de su calvario 
la sonrisa rutinaria de los condenados, 
el crepitar de los huesos arrancados de su espacio. 

Y, a veces,  
cuesta vivir 
en veranos descifrados, 
en amaneceres oscuros 
o en fangosas tardes.

No lo dice el reclamo de nuestras sombras, 
la risa fría de un hambriento satisfecho, 
colmado de su estancia, 
delirando entre despojos.

Es así el silencio
golpeando la mirada,
despojando de su brillo  la lágrima oculta,
la piel cosida en su propio olvido.





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