jueves, 16 de abril de 2015

Calle existencial







La calle se ríe a escondidas,
en sombra de luz
en el sonar insoportable de los cláxones
por el lamento rutinario de los transeúntes.

Se ríen las cartas desoladas en su amanecer tardío
los vocingleros rabiosos
las farolas sacudidas por la lluvia. 

Calles borrascosas de amaneceres ocultos 
de parloteos inútiles
de clamoroso lamento
entre esquinas mojadas y rincones roturados.

Los perros en jauría 
rompen la inercia 
lanzan lujuriosos aullidos 
y la proclaman: liberada. 

A veces nos olvidamos de su nombre
nos regocijamos del enjambre que camina
de los ojerosos paquidermos
de las veces que la amamos a escondidas.

Mi calle tiene nombre de cinema
color de soga en el cuello de un suicida
aroma de efemérides
proclama bulliciosa
clamor de mi existencia.

Pobre mi calle, 
se ha muerto de aburrimiento en su propia esquina.







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