Descubro
en el recuerdo,
la pasión impresa
de los sueños,
aquellos
que vertimos
en el caudaloso mar
de las canciones,
mientras
nuestros cuerpos
se afirmaban
como lienzos descifrados.
Hoy,
que nos toca
despedirnos para siempre,
quedarán los tiempos
impregnados
en nuestros ojos,
para no olvidar
que el amor
seguirá siendo estación
en nuestras vidas.
Me despido de tu cuerpo,
y quedará
el aroma de tu piel
en los retratos,
y en los libros apilados
de mi estancia.
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