jueves, 8 de octubre de 2009

Las palabras de la Libertad




Es la palabra
un misterio
entre melodías ocultas,
en pausas musicales,
vertiendo himnos,
relámpagos fugaces,
expresiones y distancias.


La palabra presurosa
oculta entre las rocas,
dándole forma
a las expresiones,
a los ritmos,
al propio movimiento.


Que decir de los silencios
ocultos en las sombras,
en la entraña crepitante
de la lluvia,
en la hojarasca metálica
de los bosques,
y en el vacío perpetuo
de los acantilados.


Que decir de sus voces
que como la nuestra,
colapsó,
enmudeciendo al diccionario.


Es la palabra redimida,
la expresión sonora de los liberados,
la brujula perpetua de los invidentes,
el vientre torturado de los hambrientos.


Es mi palabra
la canción efímera de los suicidas,
la sabana inmensa
de los sin voz ni abrigo;
de los cobijados al alba,

perseguidos por ser felices
y no temerle a la tormenta.


No podrán decir que tu voz
humedece de palabras
el discurso oculto
de los mutilados al sol,
de aquellos que escribieron la historia
golpeando
con su osamenta la mañana.


Que no digan entonces,
que nos hay palabras
entre las sombras,
o en las grietas ocultas de los arrecifes;
que las hay también
en la mirada finita de los murciélagos
y hasta en la sonrisa
fulgurante de los gatos.


Todas palabras
en pinceladas de viento
remontando los bosques,
aturdiendo con su fuerza
la vertiente de los ríos,
y en los amaneceres eternos de la nada.


Alli estamos ocultos
ataviados de palabras
escribiendo la historia,
perseguidos y ocultos;
alegres combatientes,
anónimos soldados;
jinetes trotando
en la espesura de los bosques
dinamitando las mañanas.


Que persigan nuestras palabras
por que son eternas,
y no podrán construír la historia
por que les falta las letras,
de la palabra LIBERTAD.