miércoles, 10 de enero de 2018

Ornamenta del ser




No es la hora 
es apenas un remanso
la quietud del alba
acariciando el rostro de la tierra.
En la quietud
fluye una sincronía
de girasoles escudriñando el horizonte.
No es la hora
de la siembra en la sequía
abrazando tallos en los aniegos del alma.
Es apenas
una canción entrecortada
una música guardada en el dolor de los ceramios
en la rustica orfandad de mis recuerdos.