sábado, 30 de julio de 2011

Te lo digo al oído porque me pueden chuponear

Filosofando sobre el origen del hombre








Razonamientos



Es tu mirada
lo que mide
los contornos entrelíneales
de la piedra,
la que expresa con su brillo
la simetría aborigen
del paisaje,
lo que irradia aromas
en la cresta sucesiva
del espacio.

Y somos,
en el equilibrio
circundante de las formas,
una razón inexistente,
una hipótesis sin tiempo;
entre teorías absurdas 
que distancian el deseo,
en el vertical
aposento de los cuerpos .





ALFONSO FERNÁNDEZ BENITEZ
De Puebla-México
1986

sábado, 23 de julio de 2011

Mi tiempo no es de este tiempo



Mi tiempo
no es de este rincón,
es de los espacios labrados
en piedras milenarias,
en árboles sembrados
en amaneceres de júbilo;
de cánticos
pronunciados en tormentas,
en vuelos de pájaros
en una cosmovisión
de Dioses andinos,
de guerreros gritando
poseídos por el viento
en su vientre borrascoso.

Es lo que somos,
predicadores sin tiempo,
cultivando flores
en las cornisas de los andes,
en las alas victoriosas
de los cóndores sagrados.


miércoles, 20 de julio de 2011

En nombre del olvido



En el Perú, los muertos
tienen el nombre del olvido,
son los hijos
que la sombra presagió
en sus danzas de alegrías,
multiplicadas en el pan,
en las vasijas quebradas
con el hambre de los niños.

Son el recuerdo
del amor conspirativo,
de los estruendos
para espantar a los verdugos,
la alegría de leer
los poemas de vallejo,
en el albergue horizontal de las fogatas.

Eramos subversivos
por amar la vida,
por defender
la esperanza de los olvidados,
por odiar la muerte
silenciando las mañanas.



lunes, 18 de julio de 2011

Mirando el umbral de nuestros sueños

El manuscrito de los rostros




En este manuscrito,
está el tiempo
en su forma de palabras,
todas ellas encadenadas al sol,
anunciando nuevos rumbos,
caminos transitados
en silencios de vigilia;
de aromas de florestas,
de cañadas suspendidas
en abismos de fuego y granizada.

En él nos encontramos
cubiertos de soledades,
de fríos intensos,
de veranos rotos por la lluvia.

Es la teoría de una ciencia inútil
que descubre el porqué
de los sonidos,
la razón de nuestros ojos
a pesar de las distancias
que ocultan nuestros nombres.

Es también el libro
que los profetas ocultaron
para seguir siendo mortales
en el armazón sonoro de sus huesos.


Visión del tiempo en tu mirada


El tiempo conspira en mis latidos,
es una sensación de angustia,
de miradas golpeando mis sentidos,
de pasiones inversas,
de lágrimas ocultas
en la sonrisa presurosa de tus labios.

Es todo este valle
que cubre el horizonte de las sombras,
y el bosque,
es un ramo inmenso de azucenas,
de juncos abiertos
entre el río y la comarca.

No es el tiempo parodiando formas
en el vaso ornamental de las doncellas,
es la túnica del plumaje
 cubriendo tu piel en la penumbra.

Es el sueño
que me traslada
a las visiones
del mar,
del desierto y la montaña.

domingo, 17 de julio de 2011

La piedra milenaria






Aquí la piedra es poesía




Visión del mar


La luz se expande en resplandores:
es la vida transitando hacia la muerte,
descubriendo el paisaje de las pieles
clamorosamente abiertas
entre huesos, fogatas y espejismos.

Es la visión del mar
en rituales de barcazas
zarpando hacia destinos descubiertos
entre abismos y canciones.

Es el horizonte que se prolonga
en silencios y en vacíos,
entre furiosas olas
y cuerpos varados al sol
cubiertos de algas y moluscos.









jueves, 14 de julio de 2011

De lentes y miradas


El silencio compilaba ademanes,
angustias, miradas;
era una celebración de besos
detenidos en el tiempo,
voraces en el brillo de los cuerpos;  
era la puesta en escena
de una sesión de fotos,
de cuerpos expresivos,
de miradas seductoras
que penetraban los espejos,
las consolas, el sonido.

Y detrás de cámaras,
el silencio, secuenciando el dolor
de no tenerte entre mis brazos,
de no ser el lente
que invadía tus latidos
en cada flash,
en cada escena
y en todas las imágenes. 


Persiguiendo al Huerequeque




He distanciado el hueso,
horadando en la penumbra 
los rostros de la niebla.



Y en la escena 
del pago a la tierra,
los curacas afirmaron 
viejas concepciones:
Develaron el misterio de la piedra
moldeando esculturas 
de apus y guerreros.



Hoy sepultamos en la arena
a los vencidos
y el amor circula 
en cántaros de chicha
amamantando el valle, 
persiguiendo al Huerequeque.






El árbol de la vida

Arte efímero





Bellas esculturas con arena



Fotografía de Howard Schatz


Danza - Blanco y Negro

La tortura en Irak


"Abu ghrabi - El Circo"
Exposición política de Botero - Pintor Colombiano

martes, 12 de julio de 2011

La rueda de la historia

La pintura excelsa


Pintor Alexandre Jacques Chantron

Amor de tumbas



No es el recorrido
en el espacio circular
de nuestras  tumbas;
es la nota músical
prolongándose:
en sones encontrados
entre vientos y azucenas.

Es el piano y su humanidad
de sueños profanados,
de partituras rotas
entre cráneos y zahumerios;
es ése vestigio de gemidos,
de alocados sueños
presagiando rostros.

Labios mordidos al sol,
voluptuosos cuerpos
que apuntan hacia el infinito.

Son todo ese trajín de vientos,
de cabellos alborotados,
de cabalgatas en tormentas
y de ruidosas crines.

Somos los ojerosos amantes,
próximos a morir
entre lirios y gaviotas.


Mirada de ensueño




domingo, 10 de julio de 2011

En defensa de la vida y del eterno paisaje











Fuente: Soho.Com.Co




Canción para Facundo Cabral




No hay cancionero del tiempo
que se agote en la jornada,
es un gorrión
cantando en la tormenta,
agitando sus alas
más allá de la muerte,
para cobijar en su nido
el sueño de los niños.

Es el sonoro latido
de una América distinta,
de pieles nutridas por el amor,
en los caminos transitados
de la solidaridad eterna.

Era un cantor del hombre común,
que se  alberga en las calles
haciendo multitudinaria
la esperanza de los pobres.

Facundo el labrador,
sembrador de sueños y esperanzas.
Homenaje de Arturo V. Aponte N.

Matemáticas de amor




En las líneas sucesivas de tu rostro,
circunda la razón instintiva de mis actos;
eres la algebráica función de mis deseos,
la variable perfecta
para medir la luz de tus ojos
en la prolongación infinita de los astros.

Y debo calcular como Einstein,
que no es relativa la vida  
si penetro en los confines de tu cuerpo.

Debo precisar
que en la función medular,
calculamos:
cuánto vivir para morir entre tus brazos?