lunes, 31 de octubre de 2011

Caos urbano







No son las calles, 
es la prolongación de ademanes y miradas, 
la luz del Alba 
en su entrada de colores y aullidos; 
es la vida pendiendo 
de las cornisas azules 
de los barrios, 
en la garganta profana de los patios 
en donde el lamento 
es más grande que la ausencia.

No son simplemente los sueños,
es el tiempo en las miradas;
la voz quebrada en los espacios,
la locura escrita en las paredes,
la sed de amor en la guarida de los gatos.

Es tal vez, no sé, 
el suburbio con sus gritos,
las gentes con su rabia,
los perros arengando su miseria,
los gallos tolerando las mañanas,
los ratones filosofando de su mundo,
la ciencia enmudecida de los llantos.

Es todo este mundo imaginario,
abriendo espacios,
celebrando tiempos,
sepultando al hombre,
conspirando en el silencio.


No hay comentarios:

Publicar un comentario