sábado, 13 de octubre de 2012

04 de Octubre





Detrás del campanario, 
una rosa cautiva 
subleva al viento un sueño amordazado;
canción remota de ritmos y semblanzas, 
de acordes
 aparejados al canto susurrante de las aves:
celebran el espacio abierto 
entre la vida y la muerte.

El viento tañido 
sigue golpeando con fuerza,
es una lanza que atraviesa el muro
 en la mansión de los espantos; 
es roca pronunciada en el reclamo, 
guitarra abierta apurando sus acordes.

El signo vital es:
 retorno que señala circunstancias,
ruta aparejando las distancias,
 flor blandiendo sus estambres,
 fragor y  aroma expresado en la mirada.

Y con el tiempo 
aferrado a nuestros ojos,
seguiremos siendo el tronco
 en donde penda jubiloso     
 nuestro viejo campanario. 


Pinturas de: 
Zhang Linhai
Sahngai - China
1963

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