domingo, 19 de abril de 2009

Poema del Abecedario perseguido



Las palabras
son como las aves,
vuelan

y se incrustan en el cielo,
deletreándolo:
son la expresión sentimental

de los sueños y deseos,
son forma vivencial de las ideas.

Las palabras

son el sueño eterno
de los sin voz,
el barrote incrustado

en los ojos de los invidentes,
el grito celestial de los obreros,
las campanas ocultas
del misterio.

Son las palabras,

el puente común
de los misterios,
el vinculo cotidiano

de los prisioneros,
la expresión fortuita

de los hambrientos,
la música oculta

de los perseguidos.

Esas son las palabras:
en las paredes del alma,
en las cortinas del fuego,
en los villorrios del ande.

Que no persigan mis palabras,
que no las teman,
porque son comunes
canciones

en un amanecer de sueños.

Mis palabras

serán la voz de los sin voz,
los ojos

de los que miran para dentro;
el color

de los paisajes roturados,
en los espejos inventados de los presos.



Esas serán mis palabras,
persiguiendo
a los que asesinan con su veto

el diccionario de los olvidados.


No hay comentarios:

Publicar un comentario