viernes, 24 de septiembre de 2010

Sueño del crucificado



Es en la distancia de las flores
que colorea
el paisaje en sus aromas
es quietud del agua
en los acuarios
en la mismísima sed
de los desiertos.

Cabalga tu rostro
en notas de misterio
en secretos de escombros
escritos en tinieblas
huyendo las voces
de los alaridos
que se filtran en los muros
de los condenados.

Vamos entonces
caminando
atados y de bruces
conspirando
contra el viento
ahuyentando los ecos
en quebradas y calles
y vuelan
los pájaros vespertinos
desde su tienda
de exiliados.

Hoy
los obreros
se comieron sus cadenas
desde el andamio
vociferaron campanarios
y proclamas
reivindicaron
el amor
y bebieron el vino
en los altares.

Saciados del pan
y del misterio
le cortaron la barba al nazareno
crucificándolo de sueños
entre ladrones y farsantes.


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