miércoles, 20 de julio de 2011

En nombre del olvido



En el Perú, los muertos
tienen el nombre del olvido,
son los hijos
que la sombra presagió
en sus danzas de alegrías,
multiplicadas en el pan,
en las vasijas quebradas
con el hambre de los niños.

Son el recuerdo
del amor conspirativo,
de los estruendos
para espantar a los verdugos,
la alegría de leer
los poemas de vallejo,
en el albergue horizontal de las fogatas.

Eramos subversivos
por amar la vida,
por defender
la esperanza de los olvidados,
por odiar la muerte
silenciando las mañanas.



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