sábado, 14 de abril de 2012

Epitafio del tiempo en la memoria





Los tiempos son profanos 
en la dimensión sonora del espacio, 
son la afirmación del credo ideológico 
que constela pasiones, 
rumbos, 
distancias y sombras,
que en la muchedumbre se contraen 
en un grito sin retorno. 

La forma de ver y de entender las pasiones
es distinta en el equilátero
en la zoo forma que reivindica el átomo 
y nos transfiere en latitudes inversas.

A veces,
en los cuadrantes, 
en las líneas sucesivas del silencio,
se torna indivisible el amor
en las penumbras.

Todo es distinto en el razonamiento:
en las equivalencias rotas,
en la procreación pre concebida;
en la probeta inerte,
sin pasión ni alumbramiento.

Lo medible entonces, 
es una curvatura helicoidal,
que distrae los sentidos
amarrando el tiempo. 

Y nos veremos tarde
en los sepulcros,
anclando el verso para
reírnos sentenciando: 

"Aquí yace la nada
que dio lugar a las tormentas"







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