viernes, 19 de diciembre de 2014

Sueños





No me pierdas en tus ojos, 
ni en tus manos,
tiéntame como hilos en una telaraña de deseo,
de voraces besos 
apasionando mi cuerpo,
destila ese fragor que convulsiona en mil recodos.  

Déjame en el enjambre de tus besos, 
tapiado de lujuria,
remando en las oleadas de tu cuerpo,
burlando tempestades,
acariciando tu horizonte.

Hoy,
 no hay campanarios ni tambores 
alborotando tus cabellos.
Sólo la risa de los niños 
deletreando con músicas alegres tu  energía,
la sabia que palpita 
en los quehaceres nocturnos de las pieles.

No despiertes en mis ojos,
cultivate en la fragancia de las rosas
y esparce tu aroma entre mis manos.


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