viernes, 10 de abril de 2015

El silencio del mar





Tus ojos tienen el horizonte del mar
prolongando su brillo
descifrando rumores ocultos
las veces en que los pasos constelaron alaridos y sal.

No hay silencio en el fuego
en la vida aprendida 
en la despensa
en los barrotes incrustados en el alma
en los sueños matinales del café 
de las sábanas marchitas.

Hoy tu mirada observa mis sueños
se prolonga por los caminos del dolor y la sonaja
en los vidrios rotos en el colapso de la sangre
distanciando el fuego que eyacula en tu garganta.

A diario escribo en tu sonrisa
en la dulzura indescriptible de tu boca
entregados al profundo deseo de la carne
a los voraces mordiscos que silencian los preludios. 

Estoy marcado
 por un tiempo que gruñe
deambulando entre sombras de arena
entre caracolas inmensas y telarañas de alabastro.

Este color me persigue
explora en mi ser
estira mi piel 
me arroja al delirio de tu encanto.



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